El cementerio municipal de Catabois tiene siempre abierta una fosa en tierra, dispuesta para acoger los restos mortales de las personas que son enterradas con cargo a la beneficencia municipal. En lo que va de año recibieron sepultura en ese espacio cinco personas que eran usuarias de los Servicios Sociales del Concello de Ferrol y una sexta que lo fue por orden judicial. Pero hay otro cadáver que está a la espera de entierro en la cámara judicial del tanatorio del hospital Juan Cardona de Caranza y posiblemente pase a engrosar esa lista. Se trata de un ciudadano de Bulgaria que vivía de okupa …