Roberto Taboada (Vigo, 1969) tiene una enorme capacidad para movilizar a la gente. Eso es lo que cuentan del presidente de la Asociación Veciñal de Canido sus amigos, pero de sus bocas salen también otros muchos piropos. Quienes lo conocen aseguran que es un «trabajador incansable», con un «enorme sentido de la responsabilidad», a veces incluso exagerado, «siempre pendiente de hacer que los demás se sientan bien» y con una mirada positiva de la vida. Incluso en estos momentos de hecatombe, él es capaz de ver luz al final del túnel.
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Dou fe da dedicación de Roberto á asociación e da preocupación sempre desinteresada por o benestar dos veciños. Na miña ausencia casi total do barrio desde o ano pasado por enfermedade mantívome informada e entretida sempre, e máis nas miñas horas de confinamento na miña habitación dunha residencia de anciáns. Grazas Robrto por a túa empatía e por o teu traballo. Unha forte aperta