Canido es la antigua aldea de Ferrol y sus moradores siempre echan mano de alternativas para darle una vuelta a las tradiciones. Por eso en septiembre celebran las Meninas y decenas de artistas se lanzan a colorear las paredes más desvencijadas del barrio. Con el mismo espíritu la última celebración de los maios y de las fiestas patronales (el Cruceiro) recordó a un viejo anuncio de la tele: las familias invitaron a los amigos y sacaron las mesas a la calle para comer en un mantel que se alargó durante muchos metros y que obligó a cerrar el tráfico de una vía predestinada para la celebración: la calle Alegre.