El barrio de Canido se convirtió ayer en un hervidero de arte y cultura de la mano de la segumda edición de Mercalegre. El mercadillo de arte al aire libre organizado por el pintor Eduardo Hermida llenó de colorido la calle Alegre y la plaza del antiguo depósito de agua, donde se exhibieron y pusieron a la venta todo tipo de piezas, desde pinturas a esculturas, pero también obra fotográfica, grabados o litografías.